miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sin'Belore



Durante el reinado de Anasterian, dos familias de las Altas Casas Thalassianas unieron sus esfuerzos para proteger el reino de Quel’thalas de la ancestral amenaza de los trols Amani, cuyas fuerzas desperdigadas en las fronteras del reino hacían necesaria la creación de distintas divisiones para hacer frente a su guerra de guerrillas.

Sahenion Lamarth’dan, Patriarca de la casa Lamarth’dan fundó Sin’Belore al forjar una alianza con la Casa vel Noerth, Alta Casa de casta militar cuyo Patriarcado ostentaba Gareth vel Noerth. A esta coalición no tardaría en unirse la Casa Hojazul representada por su Patriarca, Beleth Hojazul. A pesar de su condición como Baja Casa, los Hojazul contaban con el respaldo y la confianza de la Casa Lamarth’dan, a la que habían jurado lealtad.

Sin’Belore estaba dirigida por los tres patriarcas de las Casas nobiliarias y formaban parte de ella los vasallos de estas y los soldados del reino accedían a sus filas a través del ejército, o llamados por el renombre que habían cosechado las décadas de lucha exitosa del Sin’Belore contra los trols. En su momento de mayor apogeo, unos veinte años antes de la Apertura del Portal Oscuro, Sin’Belore se vio golpeado por la muerte de Sahenion Lamarth’dan y la posterior acusación y condena de Beleth Hojazul por su asesinato. La casa Hojazul fue despojada de todos sus títulos y tierras, condenada al ostracismo, y su primogénito, Bheril Hojazul, acusado de secuestrar al primogénito de la Casa Lamarth’dan, Iranion Lamarth’dan, fue condenado al exilio.

Con la caída en desgracia de la Casa Hojazul y la muerte de Sahenion, Sin’Belore quedó bajo el único liderazgo de Gareth vel’Noerth, hasta que Iranion Lamarth’dan tomó el puesto que ostentase su padre, unos años antes de la caída de la Fuente del Sol. 


Fieles a la Sangre del Sol

Tras la muerte del Rey Anasterian protegiendo la Fuente del Sol del Azote que la destruyó y el regreso del Príncipe Kael’thas, el último de la Estirpe, Sin’Belore juró lealtad a este y le siguió a través del Portal Oscuro en busca de la Tierra Prometida. Participó activamente en la conquista de Farahlon y el Castillo de la Tempestad así como en la captura de M’uru y se estableció en la ahora llamada Tormenta Abisal.

Gareth vel Noerth permaneció al mando de las legiones que servían al Sin’Belore en las Forjas de Maná y en el Castillo de la Tempestad, entre las cuales se encontraba la Legión Fénix, capitaneada por el Lord Aelion Sin’Thael. Mientras, Iranion Lamarth’dan volvió al reino con el contingente que acompañaba a M’uru, convirtiéndose en el enlace del Sin’Belore con Quel’thalas.


Traición de Voren’thal y Exilio

Tras la escisión de Voren’thal y los soldados a su mando del ejército en Draenor, Sin’Belore reafirmó su lealtad al Príncipe Kael’thas, renovando sus juramentos hacia la estirpe de los Caminantes del Sol y enfrentándose y persiguiendo con ahínco a los traidores que ahora se hacían llamar Arúspices.

Los Arúspices, con su nueva alianza con los que hasta ese momento fueran sus enemigos, los draenei que se hacían llamar Aldor, atacaron las Forjas de Maná y las desactivaron. Llegaron a los satélites del Castillo de la Tempestad, hasta que finalmente atacaron el Ojo y cometieron la más grande de las traiciones, dieron muerte al Príncipe Kael’thas. O eso creyeron. Gareth vel Noerth condujo a lo que quedaba del Sin’Belore a la isla de Quel’danas, junto al maltrecho Príncipe, para seguir luchando allí por que el proyecto del Pastor culminase con éxito.

Cuando Lunargenta fue atacada por los Sangreviles y el propio Kael’thas se llevó a M’uru del cuartel de los Caballeros de Sangre, Gareth vel Noerth y los hombres bajo su mando fueron considerados traidores, como todos los que permanecieron fieles al Pastor. Iranion Lamarth’dan se vio obligado a desvincularse de la parte del Sin’Belore bajo el mando de Gareth y él y sus hombres se ofrecieron voluntarios para colaborar en la persecución y ejecución de los Furia del Sol y los remanentes del ejército del Príncipe en Draenor. 


El Elfo de Blanco y el Ala de Fuego

Tras la muerte de Kael’thas Caminante del Sol, Gareth y lo que quedaba de la división bajo su mando consiguió escapar de nuevo hacia Draenor, donde permanecieron ocultos gracias a la ayuda de un grupo de etéreos que por alguna razón les seguían siendo fieles.

Durante este periodo, un elfo vestido de blanco y portando el tabardo de los Arúspice, acompañado por un pequeño contingente de soldados, buscó y rescató a los supervivientes del ejército. Allá donde los encontraba, les entregaba uniformes Arúspice, y bajo esta coartada los conducía hasta Gareth vel Noerth en la seguridad del refugio Bashir. Cuando consiguieron reunir a los suficientes magos aun leales al antiguo régimen emprendieron la creación de un bolsillo dimensional en el Alto Ala de Fuego, que a partir de entonces serviría como refugio y cuartel general al nuevo Sin’Belore. 

Una vez establecidos e impulsados por la voluntad característica de su raza, Sin’Belore, lejos de esperar y languidecer en la simple supervivencia, emprendió la búsqueda de Felo’Melorn, la espada que perteneció a la Estirpe Caminante del Sol durante generaciones. Amparándose en maniobras de distracción y mediante pequeñas expediciones, Sin’Belore ha estado buscando por todo Terrallende, y sigue haciéndolo a día de hoy. Pero ya no están solos. La presencia del Ala de Fénix en el interior del Castillo de la Tempestad les ha permitido su acceso a la fortaleza y el inicio de los trabajos para su reconquista.

El retorno de Lamarth'dan y Hojazul

Algunos consideran profético que Sin'Belore haya vuelto a aunar a las casas Lamarth'dan, vel Noerth y Hojazul. La mayoría de integrantes de Sin'Belore no conocen las razones por las que Leriel Lamarth'dan, actual Matriarca de la Alta Casa ha ocupado el lugar que antiguamente ocupase su hermano y antiguo Patriarca de su Casa. También se rumorea que Gareth vel Noerth pretende restablecer el antiguo Sin'Belore ofreciéndole el puesto de su padre a Bheril Hojazul, cuya Casa nobiliaria ha sido restablecida.

Signos como estos convierten su convicción en su misión como heraldos del Rey que está por llegar en inquebrantable. Cuando Al’ar esté bajo su custodia y alce sus alas ígneas de nuevo, ellos servirán a la nueva Sangre del Sol y devolverán a Quel’thalas y a los Hijos del Sol la perdida gloria.


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