domingo, 9 de septiembre de 2012

El último vuelo del Fénix: Santos - Vindar

 Vindar - Por Brahmin

Altísimo Belore Emperador, a Tus filas encomiendo mi alma en esta noche de sacra voluntad.

La suma de toda mi vida de sacerdocio jamás podrá igualar en mi espíritu a aquello que en una sola noche me has concedido en Tu infinita Gracia y, por lo tanto, superado todo mi conocimiento, me limito a arrojarme al cumplimiento de Tu Voluntad.

Yo, Vindar Ruedasolar, sacerdote de la Verdadera Iglesia del Verdadero Reino, hago constar que he nacido de nuevo en la virtud y la responsabilidad de preparar la tierra para el retorno de Su Reino absoluto. Como tal lo he declarado, y por tal causa fui apresado tras la sagrada misa de la declaración pública. Dentro de la total tiniebla que oscurece nuestra Patria, encerrado en muros de piedra y traición, fui sostenido por la luz del Altísimo Belore Emperador, trascendido en la soledad espiritual, y engrandecido a Sus ojos cuando me hizo entrega del Destino al prender Su gracia en los corazones de aquellos guardias que cumplieron el cometido de liberarme junto a otro de sus Hijos.

Puesto en clandestinidad por leyes ilegítimas regentistas pero en suprema libertad por Él y para Él, me separé de aquellos Santos que me sacaron de prisión. Vagué en soledad por los antiguos bosques de la Patria y encontré cobijo eremita en lo más profundo de su interior. En oración asceta y austero ayuno supe confirmado el deseo del Gran Belore Único para con mi vida: Su llegada sería cercana y hoy nuestro reino no es digno de Él, debía yo entonces marcar mis esfuerzos por la sagrada lucha de renacimiento espiritual y nacional para nuestra Patria. Belore lo ha grabado a fuego en mi alma y en mi interior arde con fuerza su Voluntad de Hierro. Debía volver al campamento junto a sus Santos y el Apóstol Perfecto para sumarme al Filo de la Justicia Venidera.

Recorro el camino de vuelta que me lleva a la pureza primigenia. Avanzo por los bosques que aguardan en silencio marcial el próximo amanecer y contienen su respiración bajo las estrellas temblorosas ante el poder del Sol Eterno. Porque los tambores del Atlítismo empiezan a sonar para quien sabe y puede escucharles. Porque cuando estos retumban las leyes callan, y nuestro pueblo debe y va a escucharlos con el estremecimiento de la Fe los dignos y del miedo los indignos.

En medio de la más negra noche rompe el cielo en Luz y calor, iluminando los corazones de quienes aguardamos Su llegada. Quien lo ve se asombra al no ser hora de amanecer, pero en lo más profundo de su alma sabe que Belore puede alumbrar el día cuando así lo estime a cualquier hora de la noche; y aquella claridad imperial es Su declaración de omnipotencia. Me arrodillo y elevo mis oraciones.

El fuego de las piras ha amanecido en la noche y mis hermanos me esperan antorcha y espada en mano para que completemos la Magna Obra. Si el Gran Belore, Centro del Universo, así lo dispone, así lo haremos. La noche terminará, y el día llegará en plenas horas negras de la mano del fuego en el que se consumen los paganos, herejes y traidores. Porque sobre sus cenizas renacerá la Gloria del creyente, al igual que sobre la sangre y las ruinas del reino usurpado resucitará el Sacro Imperio Beloriano Thalassiano que se proyectará hacia la Eternidad. Y nosotros, la Comunión de los Santos, seremos su arma más afilada.

No siendo amenaza sino declaración de Santa Guerra y Cruzada contra el mal.
Sea.

Vindar Ruedasolar.
Apóstol Perfecto de la Orden y Comunión de los Santos de Belore Emperador.
                               

No hay comentarios:

Publicar un comentario