sábado, 8 de septiembre de 2012

El último vuelo del Fénix: Kyashar I

Secretos - Por Kyashar

– Aelion Sin'Thael.

Una leve sonrisa en sus labios.

– El Capitán – susurró.


¿Hm?

Es la perfecta definición.

Entiendo que no sea suficiente para vosotros, pero no le preguntas a una piedra qué le ha llevado a ser una piedra. Lo es. Y él es el Capitán.

Patria, raza y fidelidad, ¿recordáis? Tres palabras. Los valores de Quel''thalas.

Los tiene grabado a fuego en su alma.

Y por ello os matará.

...

No, no es una amenaza. Una verdad.

Dos o tres moriréis antes de derribarlo.

¿Qué esperabais? ¿Rendición?

Rendirse conlleva fracaso, y nuestra raza ya ha fracasado demasiadas veces.

El exilio, la travesía, la Brecha, El Ojo... No habrá una más.

Muerte y paz antes que otro fracaso.  Y no será algo difícil de conseguir. Buen manejo de la espada. Táctico, experimentado, pero lento y envejecido. No hablemos de su discapacidad. Nunca un ojo ha visto mejor que dos.

Seguramente lo queríais vivo.

Una pena.

¿Qué le queda a alguien cuando le arrebatas aquello por lo que ha luchado toda su vida?

Ah, sí... la familia. Lo que sobrevive de ella.

Es duro perder a tu ser más querido, aquel con quien has jurado permanecer el resto de tu existencia.

Sería igual de duro perder también los frutos de aquella relación.

Usadlos.

Es vuestra única opción.

El corazón, motor de la pasión. A veces consigue nublarte la mente.

Amenazadlo.

La vida de sus hijos por entregarse. Eso le hará olvidar la orden.

Sus principios...

Por supuesto, querido, para eso tendríais que anticiparos... por ello estoy aquí, ¿recuerdas?

Si no quieres que dejen el Reino antes de atraparlos, lo mejor será que os pongáis en marcha.

¿Que faltan dos días para el edicto?  ¿Que tenéis las manos atadas? ¿En qué momento exacto habéis dejado de apresar gente sin motivo alguno por el bien de Quel'thalas?  



Y con esta ya son cincuenta las veces que amenazan con cortarme la lengua de víbora.

Bien.

¿Queréis un motivo?

Este motivo tiene forma de pequeña caja de madera. Una caja escondida en la hacienda del hogar de mi querido Capitán.

La Regencia no vería con buenos ojos lo que guarda su interior.

Requisadla.

Apresad a sus hijos.

Y así le tendréis.

¿Algo más...?

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