miércoles, 28 de marzo de 2012

Situación actual en las Tierras Fantasma

Patrulla tras patrulla, hemos podido observar que la situación en Tierras Fantasma era mucho más delicada de lo que se sabía por boca de muchos renegados y de los propios forestales.

En el primer reconocimiento no se recogió demasiada información. En Zeb’tela, las cabañas estaban vacías y no parecía haber movimiento alguno. Igualmente, era difícil saberlo con exactitud dado que el estado de las cabañas era pésimo.


Más tarde, se dio la orden de penetrar en las catacumbas Amani para escoltar a un magíster en la búsqueda de uno de los aprendices del Sagrario del Sol y el artefacto mágico que portaba.

Allí, Dair’dan Llamaíra, el Magíster Maldathar Ilvana y Adirhael Sin’thael se encontraron varios trolls zombies, escasos amani rezagados intentaron escapar y también se localizó a un aprendiz cadáver presa de una extraña reanimación, probablemente vudú. Todos fueron exterminados, aunque no se descarta la idea de que pudiese haber más aprendices. El artefacto fue recuperado.

Fue extraño no encontrar movimiento ni rastro aparente en la zona troll de Zeb’tela, así que se volvió a hacer una búsqueda más exhaustiva, extendiendo el perímetro.


Seguía sin haber rastro de los trolls, pero aparecieron unos cofres con caracteres de las tribus circundantes, al abrirlo salía un humo púrpura, pero nada más. Al finalizar la búsqueda y retirarse, se observó a tres trolls espiando. Fueron exterminados.


Quizás sabían que la presencia militar en esta zona había aumentado o quizás no, pero esto no fue impedimento para mostrar fuerte resistencia en la cuarta zona peinada, Zeb’nowa. Tras el enfrentamiento en la liza, se dejó vivo a un solo trol. Este sujeto fue llevado prisionero al Campamento de Zul’aman y más tarde interrogado por la Orden, con la soldado Melian Cantodorado en función de traductora. Habiendo sacado la información necesaria, se creó una situación propicia para el escape de dicho troll, el cual se llevaría mapas falsos y sería estudiado desde la distancia para saber si la información y movimiento de las tribus facilitado por este, era correcto. No se han observado más movimientos después de esto por lo que no se ha podido confirmar.




En las guardias especializadas en el movimiento de la cicatriz muerta y la Ciudad de la muerte, se ha ratificado el importante incremento de presencia de agentes de la plaga y cultistas.

La primera incursión fue a cargo de Taldemar Nacámbar, la introducción a la Ciudad se hizo relativamente fácil porque aún la presencia de estas abominaciones no era notoria, dentro y gracias a la visión mágica de Isthariel Cantodorado y el Don del Venerable Sin’thael se confirmó la numerosa presencia y la sorprendente organización de varios grupos de Ánimas, nerubianos y otros agentes de la plaga. Se movieron con rapidez hasta llegar y descender a una cripta, donde encontraron a una renegada aparentemente viva. Salieron con rapidez de allí con la información necesaria y ya habiéndose incorporado al pelotón el explorador Vaelan y Dilaura Sueñosolar, la Cruzada que colaboraba ahora con nuestra Orden. La renegada terminó siendo entregada a los suyos en Tranquilien, para el mantenimiento correspondiente.


Al día siguiente , se envió otro destacamento con los soldados Daenstir y Llamaíra (junto con otros), para este día el Teniente designado sería Isthariel Cantodorado. Se movieron por las zonas seguras del bosque que daba hacia la entrada de la Ciudad de la Muerte y la cicatriz, con visión de la teniente, se hizo un estudio de la situación en la entrada pues ya se veía a simple vista que la actividad era mucho mayor que el día anterior. La visión mágica, fue cortada con brusquedad y poco después un grupo de esqueletos, acechadores, dos Centinelas Terroespina y una abominación, salieron en busca de los soldado Ala de fénix, haciéndoles retroceder hasta casi llegar a Tranquilien, donde se hizo inminente la lucha al hacer caer a Llamaíra de su caballo y herir de gravedad a la Teniente. Consiguieron mantener la posición hasta recibir el apoyo de los Forestales de Tranquilien. Ese grupo fue exterminado.


En los días siguientes, junto con los informes de los Forestales de Halduron, los de Tranquilien y los nuestros hemos confirmado que la plaga se acerca más a los caminos, que la Ciudad de la Muerte intenta esconder su actividad por lo que sospechamos, que alguien deberá estar controlándola desde dentro, creando nuevos adeptos y reanimando cadáveres.

Los incidentes que se nos comunicaron en primer momento sobre ataques de las bestias a los viajeros que pasaban por los caminos, fueron erradicados con eficiencia mandando colocar trampas envenenadas por las zonas próximas a los caminos. De igual manera localizalizamos un nido de arañas, que aún debe ser exterminado, aunque está controlado.

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Escrito por: Isthariel Cantodorado

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