Una vez más, la mañana ha sido tranquila. La división ha realizado algunos entrenamientos básicos antes de partir a sus obligaciones, momento que he aprovechado para observarles con especial atención.
Los soldados se han integrado en la rutina militar impuesta sin dificultad alguna. No ha habido ninguna clase de problema disciplinar o actitudinal: las cadenas de mando se respetan con perfección y, salvo algunos fallos de principiante por parte de los reclutas más inexpertos —que son rápida y severamente corregidos— la disciplina y el orden son intachables.
Cuando los soldados partieron a realizar las patrullas, aproveché para interesarme acerca de los avances de los forestales en Zul'Aman. Tras observar al grupo de sin'dorei reunidos en el exterior de las puertas, me entrevisté brevemente con uno de ellos, al que supuse un oficial debido a su atuendo e insignia. El individuo habló conmigo de forma coloquial, tomándose una confianza innecesaria y reprochable. A pesar de ello, proseguí la interacción esperando obtener datos útiles, pero ni siquiera fue capaz de darme información concreta. Insistía en preguntarme si íbamos a unirnos a la ofensiva. Me cuidé de no dejar nada en claro a ese respecto y me marché.
A su regreso, las patrullas informaron sobre sus hallazgos. La patrulla del camino, capitaneada hoy por la dama Ishtariel Cantodorado, no encontró nada reseñable en el día de hoy. Informan sobre el escaso tránsito en el camino entre Tranquillien y el cruce del río y acerca del peligro de los animales salvajes. Al parecer, lo sucedido en nuestra tierra ha afectado drásticamente a sus hábitos.
Respecto al grupo de exploración en Zeb'Tela, su actividad ha sido más interesante, pero también más peligrosa. Dair'dan Llamaíra, el encargado de liderar la expedición en el día de hoy, informó sobre el hallazgo de restos de rituales en el poblado abandonado. Encontraron , al parecer, varios cofres diseminados por todo el asentamiento, a la vista y fáciles de manipular. Estaban llenos de fetiches trol y expulsaban una suerte de vapor violáceo al ser abiertos. El señor Llamaíra opina que podrían tratarse de algún producto dañino de sus abyectos rituales, preparado en el lugar a modo de trampa para nuestro contingente.
A pesar de no encontrar a ningún trol dentro del campamento, sí que tuvieron un encuentro con cinco de ellos que se hallaban emboscados en las cercanías. Trataron de hacer un prisionero, pero el monstruo se quitó la vida. El enfrentamiento causó heridas a varios de ellos. Afortunadamente, ninguna reviste excesiva gravedad. El más perjudicado es uno de los nuevos reclutas, Kelnorz Zaknafein, quien ha visto una de sus piernas muy afectada por el golpe de un hacha. Adirhael sanó a otro de ellos la herida de una flecha envenenada.
El otro sacerdote, Zendar Daenstir, ha quedado a cargo de examinar uno de esos fetiches horrendos. Si su conocimiento alcanza a ello, tal vez podamos saber qué clase de magia encierran y utilizarla en contra de esos salvajes.
Los soldados ya están en su tiempo de descanso, salvo aquellos que permanecen de guardia nocturna. Veremos lo que nos depara la mañana.
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Aelion Sin'Thael.
Paso de Amani, Quel'thalas. Tercer día de la Tercera Luna del año vigente.
- Escrito por Hendelie -
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