lunes, 9 de abril de 2012

Diario de Campaña: Tierras Fantasma

Extracto del diario de Dair’dan Llamaíra. Caballero de Sangre Ala de Fénix.

Día trigésimo de la tercera luna del año vigente, Paso de Amani.

Hace tres días que el Capitán anunció mi ascenso y el de Isthariel Cantodorado, ahora somos Tenientes y tenemos hombres bajo nuestro mando y responsabilidad. El mismo día del anuncio de nuestro ascenso, el Capitán se reunió en privado con nosotros para hacernos partícipes de la información con la que contaba y ponernos al cargo de la estrategia para el ataque a Ciudad de la Muerte. Hablamos largo y tendido ante los mapas donde el Lord había anotado pormenorizadamente los puntos ya explorados y la información obtenida sobre los efectivos con los que cuenta el enemigo. La conclusión más clara es que contamos con pocos hombres para un ataque a gran escala y todos estamos de acuerdo en que debemos encontrar la manera de llevarlo a cabo sin tener que pedir efectivos en Lunargenta, a la Regencia o a los Forestales, pues tarde o temprano cualquier favor que pidamos se nos será exigido, y sabemos que en estos tiempos los favores hechos a la Regencia se los puede cobrar la Horda a la que tanta servilidad demuestra. No estamos dispuestos a darles la cuerda con la que atarnos y si somos capaces de limpiar ese lugar sin ayuda, nos demostraremos necesarios precisamente donde estamos, ya que al parecer son ciegos a la situación, espero que no lo sean a los resultados.

Durante la conversación recordé la información obtenida del trol al que capturó una de nuestras patrullas en los asentamientos Amani, puede que sea una locura, pero sugerí aprovechar las intenciones de los trols de atacar Ciudad de la Muerte para tenderles una emboscada y arrollar a ambos bandos durante la refriega. El Lord ha escuchado con atención, pero seguimos teniendo el problema del número, apenas somos efectivos para hacer frente a algo así, a no ser que ataquemos con inusitada contundencia y rapidez. Un plan como este, en realidad como cualquiera que pretenda alcanzar el éxito, necesita de un estudio pormenorizado. El Lord nos dijo que si encontrábamos la manera de aprovechar ese ataque podríamos llevarlo a cabo, y a razón de esto sugerí al día siguiente visitar Zul'Mashar, el emplazamiento en las fronteras de las Tierras de la Peste donde según el trol capturado estaban reuniéndose para ese supuesto ataque.

Cruzamos el desfiladero Thalassiano y la frontera. Del otro lado tuvimos que hacernos cargo de algunos esqueletos reanimados que pululaban en las zonas fronterizas, no nos dieron demasiados problemas. En el grupo se encontraba el Lord Sin'thael, Lady Namardan, Lady Cantodorado, uno de los hermanos Maradar y yo, no era lo que se dice un grupo apto para la exploración, pero conseguimos abrirnos paso pegados a las colinas y a las montañas que rodean el asentamiento, bien dirigidos por Lady Namardan, que conocía bastante el terreno. Una vez llegamos a una posición segura y tras haber tenido que encargarnos de un par de trols apostados en las cercanías, Lady Cantodorado pudo informar de los efectivos trol y de lo que se encontraban haciendo al invocar uno de esos ojos verdes de los que hacen uso los Cabalistas. En lo alto de la pirámide que domina la hondonada de Zul'Mashar, los trols se encontraban en medio de lo que parecían rituales de empoderación, lo que confirma la información dada por el prisionero. El sacerdote (si es que puede llamársele así) que presidía el ritual, alzaba en el puño cerrado lo que parecía un blasón de Quel'thalas. El prisionero habló de planes de conquista, como es obvio, y del aprovechamiento de la situación en las Tierras Fantasma para ganar terreno. ¿Pretenden afianzar posiciones desde Ciudad de la Muerte?. Puede que mintiera en cuanto al objetivo, y para asegurarnos mantendremos vigilada la frontera con dos de nuestros exploradores.

La Teniente Cantodorado y yo tenemos mucho trabajo por delante, exploraremos las inmediaciones de la Ciudad y encontraremos la manera de aprovechar la situación a nuestro favor. Se nos da bien trabajar en equipo, creo que podemos salir airosos de esta primera misión, que no por ser la primera es precisamente sencilla.

Son las tres de la mañana, a las seis de la mañana estarán tocando a diana, y tengo la cabeza demasiado llena de cifras y atisbos de estrategias, estoy ansioso y me he metido en la tienda a regañadientes para intentar descansar. Tengo que hacer más caso a las indicaciones de Adirhael y preparar esa infusión de Flor de paz que me recomendó... y sobretodo, pensar despacio, como sabiamente me aconsejó Valrant.

Dair'dan Llamaíra, Teniente Ala de Fénix.

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