miércoles, 29 de febrero de 2012

Juramento Ala de Fénix: Hijos de la Sangre.


El cielo se está tiñendo de malva y oro. La luz del sol se cuela por las arcadas del templete, alargando las sombras de los Sin'dorei sobre los mármoles carmesíes y las filigranas doradas del suelo. El fénix áureo en el pendón de Quel'thalas parece batir las alas cuando la brisa suave hace ondear la tela, los cristales de sol que han sido prendidos de sus extremos destellan, relampagueando en un intenso carmesí al incidir la luz intensa en ellos. El tiempo parece haberse detenido, las miradas vivas y brillantes de los elfos que se disponen en semicírculo alrededor del estandarte son solemnes, algunas tranquilas, esperanzadas, otras encerrando el fuego imposible de extinguir de la furia, del orgullo invicto. Las armas se alzan a la señal de una voz autoritaria y grave cuya frialdad parece templarse en el crisol de solemnidad y veneración en el que se ha convertido la sala circular. Hojas que destellan con el fulgor de los hechizos, de mandobles y espadas, dagas afiladas que asemejan el pico de un halcón, bastones ornamentados que fulguran con el poder de la magia encerrada, se alzan y apuntan hacia el fénix que vuelve a agitarse, queriendo alzarse sobre sus cabezas con el golpe repentino de un soplo de brisa. La voz vuelve a alzarse, vibrante y pronto se alza un coro repitiendo el juramento que desgrana, llenando el templete con las notas fervorosas de las voces del resto de elfos:

- Este es mi juramento: Que mi brazo sea arma contra los enemigos de mi reino, de Belore y de mis hermanos.

"Que mi alma sea fortaleza. Que en ella prevalezcan los valores de aquellos que vivieron antes que nosotros. Que el mismo fuego de Belore que iluminó sus corazones, prenda en el mío.

Que nunca mi lengua falte a la verdad para con mis hermanos y superiores. Que nunca falle en el servicio a mi Patria, a mis hermanos, a mi Dios ni a mi Rey.

Empeño así mis días en el servicio al Reino bajo la insignia del Ala de Fénix, para mayor gloria de Belore, la Patria, la Raza y el Rey."



Las armas bajan, las rodillas se hincan y los elfos que permanecen alrededor del estandarte dejan los filos, los bastones, sobre el suelo, depositan los tabardos junto a sus armas y se alzan de nuevo. Aelion se aparta del círculo, tomando el arma afilada de Kyashar y deteniéndose ante ella. Ella es la primera en recibir el bautismo del acero, cuando el Lord le ordena descubrirse una mano y tomándola desliza la hoja afilada sobre ella, hundiéndola en la carne hasta que la sangre brota:

- Hijos de la Sangre, hasta que todas las heridas hayan cerrado y todas las venganzas se hayan cumplido. Kyashar Gyrael, Furia del Sol, así eres ordenado Soldado Ala de Fénix. Selama Ashal'anore. Patria, Raza y Fidelidad. Puedes vestir el tabardo.

Y así el filo va besando la carne de todos los elfos que se mantienen firmes ante el Fénix. Kyashar, Seldune, Taldemar, Brahmin, Zendar, Kelnorz, Caledor, Dair'dan, Valrant, Aldaure, Ishtariel, Melian, Vathiel, Amaruel, Doenlar, Gherion y Adirhael, hermanos por la sangre y el acero, Ala de Fénix hasta ser reclamados por Belore.






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